jueves, 27 de noviembre de 2008

El Cuchillo

No recuerdo en estos momentos donde puse el cuchillo, ya que mi cabeza parece un campanario replicando sonidos que se vuelven hirientes e insoportables…

Cada mañana, así como cada noche tengo una rutina: colocar un aparato electrónico en mi brazo que mi vida digita, un vaso de agua y una pastilla debajo de la lengua acompañan siempre el ritual…

La calma regresa, mi presión arterial y mi ritmo cardiaco vuelven poco a poco a la normalidad, Aún no recuerdo donde deje el cuchillo que traía en mi mano….

Un ronco esténtor me hace dar la vuelta: mi esposa manotea el último aliento de vida con el cuchillo postrado en su cuello.

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