sábado, 24 de enero de 2009

La escalera

Cada noche se repetía su mismo tormento, su miedo para salir al cuarto de baño era peor que cualquier pesadilla que hubieran tenido. Tener que pasar y mirar las escaleras que daban a la parte baja de la casa, les provocaba un escalofrío aterrador. Aun les dolían las marcas que su madre les dejaba por orinarse en su cama.

-Hijos, no deben de tener temor –les repetía molesta y con firmeza.

-No Mamá, ya no más, –respondían mostrando una seguridad que no sentían-. Jamás volveremos a tener miedo.

Pero la siguiente noche demostrarían todo lo contrario. Su madre tuvo que salir de emergencia y para colmo de males se corto la luz dejando la casa en una oscuridad profunda. Ellos se refugiaron en su habitación; paralizados, inmóviles y aterrados. Su respiración era agitada, las gotas de sudor se incrementaban por gran parte de sus cuerpo.

Así estuvieron sin tener noción del tiempo hasta que de pronto, se escucharon pasos que subían por los escalones. Abrazados cubriéndose con las sabanas y con los ojos cerrados murmuraban en silencio, que es lo que se acercaba... ¿quizás un demonio o espíritu?.

La puerta de la habitación se abrió, se escuchó una respiración agitada. Comenzaron a llorar ante el miedo, el desconcierto y lo que podría pasarles en aquella oscuridad. Sintieron como con ese aliento agitado se le iba acercando cada vez más. Sus cuerpos temblaban, quisieron gritar pero sus lenguas no les respondían. Unas garras los tomaron. Ante este horror reaccionaron y se le fueron encima aquel demonio, espíritu, ladrón o ratero. Con las mismas sabanas lo envolvieron y lo empezaron a golpear con un bate y con lo que encontraron a su alrededor.

Un golpe certero en la cabeza dejo inconsciente y sin movimiento al ente atrapado. El silencio envolvió aquella habitación, la luz regresó. Con cierto temor y angustia le quitaron las sabanas manchadas de sangre. La imagen les heló la piel, su madre desangrándose e inmóvil era la que se encontraba tirada en el piso.

1 comentario:

Javier Ortiz dijo...

La idea es buena, aunque pienso que podría desarrollarse aún más (a pesar que es un tema ya muy trillado). Hay tela de donde cortar... Por otro lado, no se por qué, pero me vino a la mente "El Coco", de Stephen King:

http://www.letrasperdidas.galeon.com/consagrados/c_king30.htm

¡Un saludo!