jueves, 18 de diciembre de 2008

Somnolencia inducida

Mi problema se originó con la dificultad de conciliar el sueño. Él terapeuta me recomendó además de benzodiacepinas, que me pusiera a contar ovejas. No se si sólo fue broma, pero hice caso a dichas indicaciones con el fin de erradicar mí insoportable insomnio.

Durante la primera semana no logré el objetivo, ni la segunda tampoco. He de decir que no me di cuenta que me estaba volviendo adicto al medicamento, tanto así que en la tercera duplique sin prescripción médica la dosis. Fue de esa manera que los efectos de la droga empezaron a lograr su propósito. Ya que comencé a sentir una especie de cansancio, después a caer en un estado de letargo. Aún en esa faceta de semiinconsciencia me acordé de la otra recomendación y me puse a contar en forma un poco descoordinada ovejas, estas saltaban una vaya para después entrar a su corral.

De pronto se revelaron y ya no quisieron ingresar a su chiquero, comenzaron a dispersarse hacia diferentes direcciones. Fui tras de ellas para poder recuperarlas. ¡No logré hacerlo, pero lo peor de todo es que sigo sin poder despertar de mi desesperante sueño!

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